Justo un año después de su presentación como concept en el Salón de Detroit 2013, hace su debut la versión definitiva de la segunda generación Hyundai Genesis. Se trata de un sedán grande con tracción trasera creado para pelear de frente con los sedanes premium alemanes y japoneses, que estrena la versión 2.0 del lenguaje de diseño de la marca denominado Fluidic Sculpture.
Estéticamente, llaman la atención las aristas más nítidas que estiran superficies lisas y curvas. Otro punto dominante es la parrilla de formato hexagonal a la que bien podríamos confundir con otras que ostentan un emblema de cuatro anillos entrelazados.
El nuevo Genesis mide 4,990 mm de largo, 1,890 mm de ancho y 1,480 mm de alto, siendo levemente más corto y alto que la primera generación, pero tiene 75 mm más entre ejes alcanzando los 3,010 mm. Esto último ocasiona un beneficio directo al espacio interior, especialmente en las plazas traseras.
El interior ofrece un ambiente suntuoso, con algunos toques de lujo británico como el escudito alado del volante. Obviamente la dotación de equioamiento de serie es muy completa y con algunas innovaciones incluyendo varios sistemas avanzados como la conectividad Google Glass, sensores de CO2 en la cabina, frenos automáticos de emergencia, Head-Up Display y control crucero adaptativo.
La potencia, al menos para Norteamérica, llega de la mano de dos motores grandes, un 3.8L V6 de 311 hp y un 5.0L V8 de 420 caballos, que son gestionados por una caja automática de 8 velocidades. La tracción es trasera, pero por primera vez ofrece un sistema de reparto integral denominado HTRAC AWD.
2015 Hyundai Genesis